martes, 30 de septiembre de 2014

EL SISTEMA SITP Y LA CRISIS DE MOVILIDAD EN BOGOTÁ

Bogotá vive su peor crisis institucional en toda la historia, y lo grave es que la ciudadanía displicente deja hacer con ella lo que el alcalde Petro sospeche o presuma.  

La situación para tomar un bus del sistema SITP,  es muy compleja. Pero más complejo es la forma como se está manejando el transporte público en la capital. El alcalde Petro y sus dos antecesores (corruptos) hicieron todo lo posible por colapsarlo.

Tomar un bus del SITP es toda una odisea, primero porque nunca se sabe si va o viene,  si va para el sur o el norte, para el oriente u occidente; los avisos de la ruta son difíciles de entender, y más difíciles es leerlos pues la mayoría de bogotanos no tienen  visión 20/20, los avisos además de  enrevesados, son pequeños y demasiado minuciosos, lo que confunde al usuario.

Al  cambiar los buses tradicionales por los azules, se debió haber conservado la mayoría de rutas y el estilo de los avisos,  o haber diseñado algo parecido, ¿para que innovar tanto?

Gustavo Petro dice que va a aplicar el pico y placa a los buses tradicionales con el fin de que el usuario tenga necesariamente que acudir a los SITP – es una medida como las de él: represiva -, pero el meollo del asunto es otro, desaparecieron muchas rutas, en Cedritos, un barrio al norte de la ciudad, por poner solo un ejemplo, y uno de las zonas más pobladas de la capital, quedó embotellado, los genios suprimieron las rutas GERMANIA, que sube por la calle 147 y toma  la carrera 7 al centro de la ciudad,  y la que circulaba  por la carrera 9  para coger la avenida 68, esas rutas no las reemplazaron, o hay muy pocos buses, como resultado de esto los usuarios tienen que caminar varias cuadras, o utilizar el trasporte informal ($ 3.700 al centro).

Y ni hablar de las tarjetas, difíciles de conseguir, y donde  las venden no siempre las recargan, personalmente voy  a un sitio que queda cerca de mi casa, y en varias ocasiones no he podido recargarla, me dicen  amigos y vecinos con los que hablo del tema, que a ellos corrientemente les sucede lo mismo.  

Decenas de paraderos ( no se sabe adónde está el de uno) no tienen una distancia rigurosa, están unos muy cerca unos de otros, o los ubicaron  a corta distancia del semáforo, cuando se detiene un bus a recoger o a dejar el pasajero, en segundos arman fila y trancón, en no pocos sitios alcanzan a bloquear el paso de los carros cuando el semáforo cambia a verde. Quienes originaron la desorganización fueron los genios que proyectaron el sistema, o los que la  desarrollaron,  o los dos, lo cierto del caso es que no previeron  detalles puntuales como los que aquí describo, y  que es una chambonada al más alto nivel. ¡Y vaya uno a dar una opinión, se las conocen todas!

En Bogotá al parecer la policía de tránsito no existe, uno esperaría que con este problema de movilidad en sitios principales hubiera un escuadrón de agentes dando vía, agilizando el tráfico, o evitando trancones, pero ni por el forro se ve uno. Otro asunto responsable de los mayores problemas de movilidad, son los semáforos, muchos inservibles, la mayoría mal sincronizados o arcaicos (corrupción).   

 Petro no debe meter más buses a las calles de Bogotá, hay sobre oferta, ni siquiera de Transmilenio, que es otro tema que abordaré en una próxima ocasión; lo que debe el burgomaestre es facilitarle a los bogotanos tomar el servicio de transporte, sin tanta dificultad, la tarea no es tan difícil, es cuestión de tener tres dedos de frente y asesorarse bien.

Lo cierto del caso, es que la ciudad se le salió de madre a Petro, la ciudadanía no le colabora, ni le obedece normas, pues si el primer mandatario de los bogotanos las desacata, las menosprecia, pues de la misma forma actúa el ciudadano de a pie. Cada vez le veo a Petro menos espacio de gobernabilidad.

Permitida la reproducción de este artículo.  


2 comentarios:

  1. No soy usuario regular de buses urbanos, mi medio de transporte es, desde hace 21 años, la bicicleta. Sin embargo cuando me veo obligado a usar medios públicos de transporte mi primera opción es el SITP. Ya le explico el porqué.

    Primero, una precisión. El SITP no es invento de Petro, es algo que estaba planeado desde hace mucho tiempo y que tenían Moreno y Petro la obligación de implementar. No tengo claro si todo fue diseñado por la administración Peñalosa, Moreno o Garzón, pero en todo caso estoy seguro que no es invento de Petro.

    Estamos de acuerdo, hay muchos absurdos en el diseño de las rutas que ya no son las que se recorrían la ciudad de punta a punta sino que hacen recorridos más cortos y algunas veces inútiles. Hacer varios trasbordos será rentable para el sistema pero ineficiente para el usuario.También de acuerdo que la organización de las rutas no es la mejor. Todo cambio genera resistencia y oposición, mas aún cuando se trata de algo tan sensible como el medio que se usa para movilizarse a diario, algo que toca el bolsillo y el tiempo de todos.

    Pero es un sistema mucho mejor que anterior. Es un sistema civilizado. Se acabó la guerra del centavo, es un sistema que hace lo que hace todo sistema organizado de transporte: detenerse únicamente en donde hay paraderos. Los buses son amplios, bien iluminados. El sistema de pago y sobre todo, la futura integración total (una vez a Angelcom le de la gana cumplir la ley) nos pone con un sistema moderno de transporte, sistema de pago que capitales del primer mundo desearían tener.

    Le recomiendo usar la aplicación "moovit" para navegar el sistema. A pesar de que buena parte de la población ya tiene acceso a smartphones no deja de ser excluyente que esta sea la mejor forma de usar el sistema, pero los que los tenemos lo encontramos como la forma ideal (desgraciadamente es casi la única) de poder ir de un lugar a otro utilizando el SITP y transmilenio. Le dice donde hay puntos de recarga (hay muchos, no nos digamos mentiras), en dónde quedan las paradas, e incluso le dice como llegar a cada una y el tiempo que le tomará hacerlo.

    El SITP tiene fallas, no lo niego. Los conductores pasaron de la guerra del centavo a no tener control alguno, veo algunos haciéndose los locos y dejando de recoger pasajeros solo por ir rápido a su casa. Necesitan control, como a niños chiquitos. Falta también mejorar las rutas, cobertura y su divulgación. Vivo en Cedritos y no le veo problema en caminar a la novena o séptima por un SITP, más aún cuando la probabilidad de conseguir puesto es alta. Entiendo su molestia, crecimos muy mal acostumbrados a que el bus nos dejaba en la puerta de la casa de nuestra madre (y en ocasiones, en la del chofer). En las mañanas de días laborales no es una opción el SITP, esperemos mejoren en la oferta porque se ven buses sin cupo con frecuencia.

    No defiendo a Petro, después de Garzón y Moreno pensábamos que no podríamos estar peor, pero el actual se empeña en demostrar que sí es posible. Lo del pico y placa a los buses tradicionales es tal vez la medida más estúpida e improvisada de su mandato. Sin embargo (y como decía, el SITP no es su obra) a mí me parece que el SITP funciona, es un sistema más eficiente y DIGNO que el anterior y al que una vez sean sustituídas la totalidad de las rutas anteriores, esperemos se siga mejorando en rutas y servicio.

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  2. Hay que tener paciencia. En un país donde no hay gestión ni autoridad, la transición entre la porquería de buses que dominaban y un sistema integrado es larga. Ahora, sin dejar de condenar lo que ha padecido Bogotá a causa de sus tres últimos gobernantes de pacotilla, lo que necesitamos es apoyar, aprender a usar el bus, donde cargar la tarjeta, etc.

    Pensar en lo inconveniente y atrazado de los buses antiguos me da escalofríos. Por años tuvimos que aguantar el maltrato, la suciedad y la estupidez de un sistema absurdo, así que cuando veo que critican al SIPT me preocupo bastante.

    En parte porque yo llevo todo 2014 usándolo por la carrera séptima y si veo como los niveles de contaminación y los tiempos de desplazamiento han disminuido.

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