martes, 20 de septiembre de 2016

COLOMBIA SE DEBATE ENTRE EL SI Y EL NO EN EL PLEBISCITO


Los colombianos iremos a las urnas el próximo 2 de octubre para votar por el SI o el NO en una contienda plebiscitaria que avalará o rechazará lo acordado en La Habana, negociaciones que se extendieron un poco más de cinco años entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc, una de las peores y más sanguinarias bandas criminales del mundo que por más de cinco décadas ha azotado el campo colombiano asesinando a cerca de 100.000 militares y 400.000 civiles la mayoría personas indefensas sometidas a ejecuciones en masa sin tener en cuenta edad ni condición. Millones de campesinos y gente humilde han sido desarraigados de sus tierras y obligados a marcharse convirtiendo a Colombia en el país con más desplazados del planeta.   

Las Farc es la banda con el prontuario criminal más voluminoso del mundo, controla a más de siembras de coca y marihuana, las rutas y corredores para la exportación de droga a los Estados Unidos y a Europa en sociedad con los carteles mexicanos entre ellos el del Chapo Guzmán. Son amos y señores de la minería ilegal, del contrabando y los principales lavadores de activos. Mientras ellos obtienen astronómicas sumas de dinero por sus actividades ilícitas el gobierno ante la orgía de gastos que demanda el proceso, pretende una vez pase el plebiscito presentar al congreso de la república una reforma tributaria donde elevará el IVA del 16 al 19%, gravará por primera vez productos de la canasta familiar y pondrá a pagar impuestos a  entidades sin ánimo de lucro; la educación, la salud y la vivienda serán los mayores damnificados.

FORBES dice que las Farc es la multinacional criminal más rica del mundo, con más de siete billones de dólares manejados a través de testaferros e invertida en empresas de fachada alrededor del mundo, ellos por supuesto niegan la afirmación y dicen que es mentirosa (el gobierno y los negociadores les creen).

El acuerdo general contempla entre muchas cosas, el despeje de 23 zonas veredales transitorias de normalización y 8 puntos campamentales que serán administrados autónomamente por los  subversivos, allí se concentraran cerca de 5.000 desmovilizados por un lapso de 18 meses devengando una remuneración y unos subsidios especiales para cada uno. Muchos piensan, no sin razón, que allí empezará la división territorial del país.  

Lo suscrito en La Habana le permite a los guerrilleros llegar al plebiscito sin entregar las armas, allí no se contempla el perdón ni la reparación a las víctimas, menos pagar un día cárcel por sus delitos so pretexto que su lucha armada está enmarcada en un contexto político por lo que todos sus actos  son conexos incluyendo el narcotráfico; así mismo, el acuerdo entre muchas concesiones otorga 16 curules en el congreso nacional a la cúpula. Los niños secuestrados o reclutados por la guerrilla no van a ser entregados al gobierno para su resocialización; en medio de risas el ex presidente César  Gaviria quién funge como cabeza del SÍ del gobierno, dice que el tema se olvidó discutirlo.     

Los delitos de lesa humanidad, por arte de birlibirloque, desaparecen en medio de una complicada maraña de artículos e incisos del pacto hábilmente dispuestos por los abogados de las Farc con la benevolencia  de los negociadores del gobierno y la complacencia de las naciones del mundo.

En esas condiciones, Colombia se apresta el 2 de octubre a ir a las urnas a votar un plebiscito que avale o no lo pactado en La Habana, el gobierno para el evento confeccionó una frase que muchos dicen es tramposa e induce el voto y por ende pone en desventaja a sus  contradictores: ¿Apoya el acuerdo final para terminación del conflicto y construcción de una paz estable y duradera? ¿SI o NO? La Corte Constitucional en un reciente fallo donde avala la legalidad del plebiscito, advierte que la palabra paz no se puede utilizar, pero Santos valiéndose de estratagemas semánticas la utiliza.

lunes, 4 de abril de 2016

LAS FARC NO TIENEN LA IMPORTANCIA QUE EL PRESIDENTE SANTOS LES ATRIBUYE.

El Gobierno Nacional a través de sus voceros más representativos y del mismo presidente Santos, con la mayor torpeza se empecinan en menospreciar episodios políticos que adelanta la oposición. El pasado mes de marzo, las centrales obreras y gremios del sector productivo, realizaron una jornada de protesta por múltiples razones: venta de Isagen, desempleo, alto costo de vida, mal gobierno, incumplimiento de pactos, reforma tributaria, entre otras. El presidente Santos habló al respecto unos días antes y dijo que su administración respetaba el derecho a la protesta, que sería incapaz de obstaculizar la misma, que su gobierno era demócrata y que brindaría plena garantías, palabras más, palabras menos. A continuación y en otro escenario, dijo sin palidecer: ‘ El paro cívico es para apoyar la paz’; los organizadores de inmediato, muy molestos, salieron a desmentir esa declaración y dijeron que aunque  apoyaban el proceso de La Habana, el objeto de la protesta era otro muy distinto; en la  manifestación sin embargo, hubo mucha gente con carteles alusivos a la paz que cambiaron el curso de la protesta.

El pasado 2 de abril, ríos de gente de diferentes ciudades y poblaciones del país salieron a marchar pacíficamente, desafiando la inclemente lluvia, sacrificando el sábado de descanso, y soportando el sirirí de decenas de personas que atrincheradas en las redes sociales trataban inútilmente de enlodar el evento (Martín Santos y su equipo), esgrimiendo disparates como que el Clan Úsuga estaba invitando y patrocinando el evento; Caracol Radio Noticias, en el espacio de Dario Arismendi, recogió con morbo la información. 

El hecho es que las calles de las principales ciudades se vieron engalanadas desde muy temprano de la mañana, camisetas tricolores, multicolores, blancas, verdes, moradas, se confundieron en una sola consigna; banderas de la patria ondeaban por doquier, pancartas, pitos  y cánticos se coreaban con un permanente “No + Santos”, el  himno nacional entonado con gravedad y respeto le puso el toque solemne al recorrido, en fin fue una gran fiesta cívica donde los jóvenes se distinguieron por su entusiasmo y amor por la patria, ante la mirada soslayada de funcionarios que desde lo alto de los edificios observaban con impotencia, cómo una partido (CD) sin puestos ni contratos, con mala y poca prensa, movilizaba millones de colombianos.

El presidente Santos no la tiene fácil, la oposición (mayoría en el país) actúa de manera cohesionada, firme, segura, indignada por la forma como gobierna, especialmente porque trata de imponer a los colombianos un proceso de paz irregular, en contravía de una sociedad que desconfía de ella, que no la ve con buenos ojos.Si se lleva a cabo el plebiscito tal y como está planteado, de lejos lo perderá el presidente en las urnas, pues el país no avalará por ninguna circunstancia acuerdos donde no se incluya: reparación a las víctimas, justicia sin impunidad, entrega de armas y de bienes expropiados ilegalmente, destrucción de cultivos ilícitos, erradicación de minas personales, etc.

En la Mesa de negociaciones, las Farc se presentan como la pobre viejecita de Pombo, “sin nadita que comer, sino…”;  pero lo cierto del caso, es que utilizan el proceso de La Habana, entre otros asuntos, para que el gobierno (los colombianos) financie y los releve de una guerra sucia que afronta contra sus ex socios el Clan Úsuga, sociedad que se rompió cuando los señores de las Farc decidieron sacarlos del negocio, apoderarse de las rutas del narcotráfico, hacerse a toneladas de droga y de cientos de millones de dólares. Los Úsuga en respuesta engancharon de las filas guerrilleras no menos de 3.000 militantes que decidieron cambiar de bando por otro que les ofrece mejor trato y mejores garantías económicas; así se ha fortalecido este clan de delincuentes, a la usanza guerrillera, y así se han debilitado las Farc, sumado a esto que el Castro-chavismo de Venezuela, donde se esconden, viene de salida. Las opciones u oportunidades de las Farc se agotan.  

Lo cierto del caso, es que la cúpula con la que el gobierno Santos adelanta negociaciones en La Habana, representa menos del 50% de la guerrilla que aún subsiste, por lo que las concesiones del gobierno se perciben desproporcionadas y sospechosas, ¡El remedio parece peor que la enfermedad!     

miércoles, 2 de marzo de 2016

¡EL DESEMPLEO EN COLOMBIA CRECE A NIVELES NUNCA ANTES VISTO!


Grave que Quibdó tenga un desempleo del 16.1%, Cúcuta 15.3%, Ibagué 14.9%, etc., y subiendo. Lucho, el Ministro de Trabajo (cartera inútil), dijo: “el problema nos preocupa pero no nos asusta”. Lo cierto del caso es que con la poca capacidad de maniobra (16%  de imagen positiva) que tiene el presidente difícilmente puede liderar una revitalización del sistema financiero y empresarial. Su administración ha menospreciado la inversión extranjera y con soberbia la ha dejado marchar en silencio ahogada  ante el permanente cambio de las reglas fiscales; el sector industrial colombiano a la par, está emigrando a países vecinos por el mismo motivo, pero el gobierno no se inmuta; en el continente Colombia es de los países que más impuestos paga y el de menos inversión social, casi todo se va en despilfarro, mermelada, en malos contratos y comprando conciencias para la paz; la corrupción ha permeado casi todo el establecimiento.  

Como si lo anterior fuera poco, ahora se nos viene encima el problema energético, parece que se avecina el apagon - se comienza adelantando la hora -, la falta de previsión del gobierno ha complicado las cosas, los embalses por debajo del histórico y el presidente dando palos de ciego en La Habana. El hombre no sabe dónde está parado pues sus ’energías’ están puestas en otro tema y para colmo el Vicepresidente enfermo, sin que nadie sepa cuál es su verdadero estado de salud. Cuando el ex Vice Angelino Garzón se enfermó le cayeron con todo, lo estaban obligando a renunciar;  el Vice estoico se mantuvo contra viento y marea.    

Nadie discute, el fenómeno del niño está ahí, pero la imprevisión ha sido total: Guatapé en mantenimiento, Termocandelaria y TermoFlores, la primera fuera de servicio y la otra está funcionando con intermitencia, mientras el resto de represas por debajo del nivel estimado. Se giraron 15 billones de pesos por confiabilidad a unos privados para mantener el sistema trabajando a cabalidad, precisamente para evitar  que se repitiera el tristemente célebre apagón Gaviria; dineros ‘invertidos’ sin que nadie sepa nada al respecto; Santos se niega hablar del tema. Por la época Gaviria el inefable e infaltable Mauricio Cárdenas también era Ministro pero de Desarrollo Económico, cartera seriamente comprometida en el multimillonario desfalco con unas viejas e inservibles barcazas supuestamente contratadas para generar energía, transacción asignada a dedo en razón a la ‘urgencia manifiesta’ y que fue todo un fiasco para los colombianos, sospechosamente Cárdenas salió impoluto del lío; el personaje es un mago.

Terminado el niño, viene la niña, y tampoco nos estamos preparando, los Ministros  de Medio Ambiente, Hacienda, Interior, Minas, ni por enterados se dan. Increíble: el mejor ‘’Ministro de Hacienda del mundo’’, ha llevado al desbarajuste económico y financiero al país, y lo peor sin plan de contingencia.
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Va tomando  fuerza la salida del presidente Santos, cada vez se suman al coro más y más personas, la mayoría de colombianos  no lo toleran, no solo por la mala gestión sino porque no confían en él ni en su proceso de paz;  las encuestas lo dicen, no yo.