jueves, 1 de agosto de 2013

El empleo en Colombia: verdad o invención.

El DANE, dice que el desempleo en el país ha disminuido; que ha bajado al  9.2%, que son ‘solo’, 2’281.000 los desempleados y 7’100.000 en el rebusque; inactivos más de 15’000.000. 

Lo cierto del caso, es que la mayoría de personas que cobijan las estadísticas oficiales como empleadas, no lo son tanto. Personalmente me parece que el más de medio millón de personas que trabajan en multiniveles, o van por las oficinas vendiendo cachivaches, por el solo hecho de pagar su seguridad social no deben ser consideradas empleadas.

En el caso de los multiniveles, para ganarse menos de un mínimo, una persona debe trabajar entre 10 y 12 horas diarias, siete días a la semana, además, por obligación, comprar un kit mensual de productos y enganchar un número determinado de vendedores; me parece que esto es una especie de pirámide: lo que aquí se explota impunemente, es la esperanza, el  trabajo  y la dignidad de las personas.

Lo cierto del caso, es que la informalidad (69%) aumenta cada vez más en las grandes ciudades. El rebusque que no es propiamente una actividad sino una ocupación y un desespero, está reemplazando el empleo organizado y formal. El Alcalde Mayor de Bogotá, ante la incapacidad de generar empresa, empleo productivo y oportunidades, considera del caso dictar  una norma para hipotecar el espacio público de la ciudad.

El Presidente Santos, a diario se esfuerza tratando de vender su gobierno como un paraíso. Con un desempleo mínimo, una salud rebosante, hoteles llenos de turistas, con un campo boyante, minería en apogeo, el empleo en plena marcha, la inversión extranjera creciendo, cuando la verdad londa y lironda, es que la gente en Colombia, en su gran mayoría, está pasando necesidades.


Yo no sé si vivo en otro país, pero la Colombia que conozco, la que aquí retrato, es la verdadera,  no se la del presidente Santos, porque como viaja tanto.