lunes, 2 de octubre de 2017

EL CASO DE LOS $ 34.000 MILLONES DE PESOS, LOS PANAMÁ PAPERS E ISAGEN.

EN LA PASADA CAMPAÑA PRESIDENCIAL se comentó acerca de los 34 mil millones de pesos (casi 12 millones de dólares) que figuraban en una cuenta bancaria a nombre del presidente Santos. Usted, de manera oportuna, aclaró que ese dinero provenía del pago de sus acciones de EL TIEMPO; el asunto entonces no pasó a mayores y quedó de ese tamaño. Sin embargo, en vista de que los rumores arrecian y se tejen no pocas suspicacias alrededor del tema, me permito sugerirle al señor presidente, con el mayor respeto, que apacigüe los ánimos presentando a la opinión pública un certificado contable expedido por la Casa Auditora del Grupo Aval, corporación a la que usted y otros no menos distinguidos socios le vendieron el periódico, donde conste el valor y la fecha del giro bancario arriba mencionado. Es algo muy sencillo: al cotejar la cifra y la fecha, estas deben coincidir y concluido el asunto.     

Pero en vía de discusión, digamos que no concuerda lo uno ni lo otro, y que usted  cambió de parecer y esa suma no corresponde a las acciones de EL TIEMPO, si no a otros negocios, que se equivocó, o que le entendimos mal, pero lo que si no hay lugar a confusiones, señor presidente, es que esa plata debe aparecer en su declaración de renta y patrimonio, de ese y de posteriores años, y en caso contrario por qué y cuál fue el motivo, qué destino le dio a ese capital. Lo que se busca establecer y dejar en claro es la procedencia y legalidad de esos dineros para tranquilidad espiritual del país y del mismo doctor Santos.

En mi opinión, a fin de aclarar éste asunto tan delicado, el presidente debería dar paso a la conformación de una comisión de ilustres juristas (3) para que investigue vía fast track éste y otros hechos de la mayor trascendencia y preocupación, como por ejemplo: qué pasó con el listado o relación de personas y empresas que tenían o tienen dineros ocultos en Panamá y qué ha pasado realmente con los dineros recaudados con la venta de Isagen. En cuanto a los Panamá papers, lo último que se supo es que el presidente Santos y el Ministro de Hacienda y Crédito Público, en lugar de iniciar la respectiva investigación penal como sucedió en Perú, Argentina, Chile, Brasil, entre otros países, el gobierno se avivó a dictar un decreto otorgándoles a los relacionados un plazo por lo demás generoso para declararlos en Colombia, norma que entonces como ahora generó y genera desconfianza, y más porque de alguna manera la información salió del radar de la prensa y del gobierno.
  
Algunas personas, con el sentido agudo y la malicia indígena que nos caracteriza, aseguran que en la lista original figuran nombres de funcionarios del más alto nivel, políticos de la casa y poderosas empresas próximas al presidente, y que por esta razón la engavetaron. Falta ver qué hay de cierto en todo esto; la comisión de juristas que propongo lo aclararía rápidamente.

En cuanto al asunto de Isagen, un hecho que le genera escozor al gobierno cada vez que se saca a la luz, es un tema realmente delicado y del que la prensa poco habla ya. Los colombianos estamos ansiosos de conocer qué pasó con esa tonelada de recursos que le entraron al país por la venta de ese activo: si se halla en cuentas corrientes, aquí o en el exterior,  si se invirtió en obras sociales o públicas, si fue prestada a terceros, o forman parte de los capitales que se vienen gastando en adiciones presupuestales a los contratos de las llamadas autopistas 4G y otros, donde aparecen involucrados, con intereses económicos, tantos amigos del gobierno. 

Presidente, yo creo que el país está en todo su derecho de saber qué pasa con el dinero de sus impuestos y de sus empresas, pues mientras unos cuantos del entorno se enriquecen, como en el caso de los ñoños, de las dos ex ministras en fuga, del señor Roberto Prieto, de Bulla, del ex Fiscal Moreno, de Magistrados del cartel de la toga y de otro centenar de corruptos, los niños de la Guajira, Choco y Cauca se mueren de hambre, de sed y de necesidades.


miércoles, 19 de abril de 2017

CENTRO DEMOCRÁTICO



CENTRO DEMOCRÁTICO es un partido heterogéneo, fusionado, sin fisuras que preocupen, y por sobre todo, abierto a la discusión razonada y al diálogo legítimo. Por más intentos que haga o pretenda el oficialismo y la prensa abyecta para desprestigiar y desencantar electores encuentra a su alrededor millones de partidarios que con la misma afinidad política, unidad de criterios, lealtad de principios y una férrea defensa a la institucionalidad, lo sigue con fe y lo asiste con valentía.   

En ese orden de ideas y principios, CD ha rechazado y rechazará enérgicamente, porque no le son próximos, el hecho de querer matricular torpemente en sus filas a personajes siniestros como alias  POPEYE, tomándolo como punta de referencia para desacreditar la apoteósica marcha nacional del pasado 1º. de abril /17, donde el pueblo indignado e incesante se volcó a las calles atendiendo el llamado fervoroso de una oposición con grandeza de patria.   

 En el pasado reciente unas desafortunadas palabras de un dirigente sin mando y sin autorización, le fueron acomodadas convenientemente por Santos para desacreditar y deslegitimar el triunfo soberano del NO en el plebiscito. Ligar al partido en un burdo video donde un sujeto llama a ‘cazar corruptos’ por medios poco ortodoxos colma la capacidad de perversidad del enemigo.  

La reunión que sostuvo el presidente Trump (confirmada) con dos ilustres ex presidentes colombianos que el gobierno nacional se esfuerza por todos los medios de mofarse, no es sino otra muestra de intolerancia de un gobierno cada vez más sesgado y delirante.   

El hijo del presidente (Martín), sin conocer los temas de conversación tratados allí de manera informal, se apresura a decir a través de las redes sociales, que los ex mandatarios Uribe y Pastrana serán responsables si el gobierno del presidente Donald Trump se abstiene de ratificar su ayuda financiera - Plan Colombia – excusando las verdaderas causas o razones que afectarían esa partida como la negativa de su papá de  combatir los cultivos ilícitos que se dice pertenecen a las Farc y que en los últimos años crecieron en casi 100 mil hectáreas, contribuyendo gravemente a dañar la actividad síquica y física de las presentes y nuevas generaciones del mundo, sin contar con la gran cantidad de incontrolables billones de dólares que se sabe genera su comercialización.    
  
Otro hecho que amenazaría seriamente el apoyo del presidente D. Trump al acuerdo con las Farc, que lo ilegitima, es haber ignorado el triunfo del NO en el plebiscito, éste ha sido entre muchos quizás el peor error del gobierno Santos, una dura afrenta a la dignidad y a la decisión del pueblo que difícilmente podrá olvidar y superar y que lleva enclavada en el alma y en su esencia. Si no hubiese sido por la ecuanimidad de la oposición especialmente de CD, la cosa habría pasado a mayores, la gente estaba y está iracunda y solo el patriotismo del presidente Uribe evitó una confrontación que hubiera tenido repercusiones difícil de prever.  

 Afecta gravemente al gobierno y las ayudas extranjeras, y que lo ha dejado muy mal parado ante la opinión mundial, es haberse hecho revestir por parte del congreso de la república, que no dudó en entregarle su soberanía legislativa, de poderes omnímodos – el famoso fast track –, para cambiar la constitución y las leyes de Colombia a su antojo y al vaivén de las conveniencias sociopolíticas del gobierno. Estas si son las verdaderas causas, entre otras, que aducirían los Estados Unidos para no aprobar total o parcialmente ayudas al Plan Colombia. Reza un conocido refrán que ‘’’Cuando una persona tiene miedo todas las cosas le rechinan’’.


martes, 20 de septiembre de 2016

COLOMBIA SE DEBATE ENTRE EL SI Y EL NO EN EL PLEBISCITO


Los colombianos iremos a las urnas el próximo 2 de octubre para votar por el SI o el NO en una contienda plebiscitaria que avalará o rechazará lo acordado en La Habana, negociaciones que se extendieron un poco más de cinco años entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc, una de las peores y más sanguinarias bandas criminales del mundo que por más de cinco décadas ha azotado el campo colombiano asesinando a cerca de 100.000 militares y 400.000 civiles la mayoría personas indefensas sometidas a ejecuciones en masa sin tener en cuenta edad ni condición. Millones de campesinos y gente humilde han sido desarraigados de sus tierras y obligados a marcharse convirtiendo a Colombia en el país con más desplazados del planeta.   

Las Farc es la banda con el prontuario criminal más voluminoso del mundo, controla a más de siembras de coca y marihuana, las rutas y corredores para la exportación de droga a los Estados Unidos y a Europa en sociedad con los carteles mexicanos entre ellos el del Chapo Guzmán. Son amos y señores de la minería ilegal, del contrabando y los principales lavadores de activos. Mientras ellos obtienen astronómicas sumas de dinero por sus actividades ilícitas el gobierno ante la orgía de gastos que demanda el proceso, pretende una vez pase el plebiscito presentar al congreso de la república una reforma tributaria donde elevará el IVA del 16 al 19%, gravará por primera vez productos de la canasta familiar y pondrá a pagar impuestos a  entidades sin ánimo de lucro; la educación, la salud y la vivienda serán los mayores damnificados.

FORBES dice que las Farc es la multinacional criminal más rica del mundo, con más de siete billones de dólares manejados a través de testaferros e invertida en empresas de fachada alrededor del mundo, ellos por supuesto niegan la afirmación y dicen que es mentirosa (el gobierno y los negociadores les creen).

El acuerdo general contempla entre muchas cosas, el despeje de 23 zonas veredales transitorias de normalización y 8 puntos campamentales que serán administrados autónomamente por los  subversivos, allí se concentraran cerca de 5.000 desmovilizados por un lapso de 18 meses devengando una remuneración y unos subsidios especiales para cada uno. Muchos piensan, no sin razón, que allí empezará la división territorial del país.  

Lo suscrito en La Habana le permite a los guerrilleros llegar al plebiscito sin entregar las armas, allí no se contempla el perdón ni la reparación a las víctimas, menos pagar un día cárcel por sus delitos so pretexto que su lucha armada está enmarcada en un contexto político por lo que todos sus actos  son conexos incluyendo el narcotráfico; así mismo, el acuerdo entre muchas concesiones otorga 16 curules en el congreso nacional a la cúpula. Los niños secuestrados o reclutados por la guerrilla no van a ser entregados al gobierno para su resocialización; en medio de risas el ex presidente César  Gaviria quién funge como cabeza del SÍ del gobierno, dice que el tema se olvidó discutirlo.     

Los delitos de lesa humanidad, por arte de birlibirloque, desaparecen en medio de una complicada maraña de artículos e incisos del pacto hábilmente dispuestos por los abogados de las Farc con la benevolencia  de los negociadores del gobierno y la complacencia de las naciones del mundo.

En esas condiciones, Colombia se apresta el 2 de octubre a ir a las urnas a votar un plebiscito que avale o no lo pactado en La Habana, el gobierno para el evento confeccionó una frase que muchos dicen es tramposa e induce el voto y por ende pone en desventaja a sus  contradictores: ¿Apoya el acuerdo final para terminación del conflicto y construcción de una paz estable y duradera? ¿SI o NO? La Corte Constitucional en un reciente fallo donde avala la legalidad del plebiscito, advierte que la palabra paz no se puede utilizar, pero Santos valiéndose de estratagemas semánticas la utiliza.

lunes, 4 de abril de 2016

LAS FARC NO TIENEN LA IMPORTANCIA QUE EL PRESIDENTE SANTOS LES ATRIBUYE.

El Gobierno Nacional a través de sus voceros más representativos y del mismo presidente Santos, con la mayor torpeza se empecinan en menospreciar episodios políticos que adelanta la oposición. El pasado mes de marzo, las centrales obreras y gremios del sector productivo, realizaron una jornada de protesta por múltiples razones: venta de Isagen, desempleo, alto costo de vida, mal gobierno, incumplimiento de pactos, reforma tributaria, entre otras. El presidente Santos habló al respecto unos días antes y dijo que su administración respetaba el derecho a la protesta, que sería incapaz de obstaculizar la misma, que su gobierno era demócrata y que brindaría plena garantías, palabras más, palabras menos. A continuación y en otro escenario, dijo sin palidecer: ‘ El paro cívico es para apoyar la paz’; los organizadores de inmediato, muy molestos, salieron a desmentir esa declaración y dijeron que aunque  apoyaban el proceso de La Habana, el objeto de la protesta era otro muy distinto; en la  manifestación sin embargo, hubo mucha gente con carteles alusivos a la paz que cambiaron el curso de la protesta.

El pasado 2 de abril, ríos de gente de diferentes ciudades y poblaciones del país salieron a marchar pacíficamente, desafiando la inclemente lluvia, sacrificando el sábado de descanso, y soportando el sirirí de decenas de personas que atrincheradas en las redes sociales trataban inútilmente de enlodar el evento (Martín Santos y su equipo), esgrimiendo disparates como que el Clan Úsuga estaba invitando y patrocinando el evento; Caracol Radio Noticias, en el espacio de Dario Arismendi, recogió con morbo la información. 

El hecho es que las calles de las principales ciudades se vieron engalanadas desde muy temprano de la mañana, camisetas tricolores, multicolores, blancas, verdes, moradas, se confundieron en una sola consigna; banderas de la patria ondeaban por doquier, pancartas, pitos  y cánticos se coreaban con un permanente “No + Santos”, el  himno nacional entonado con gravedad y respeto le puso el toque solemne al recorrido, en fin fue una gran fiesta cívica donde los jóvenes se distinguieron por su entusiasmo y amor por la patria, ante la mirada soslayada de funcionarios que desde lo alto de los edificios observaban con impotencia, cómo una partido (CD) sin puestos ni contratos, con mala y poca prensa, movilizaba millones de colombianos.

El presidente Santos no la tiene fácil, la oposición (mayoría en el país) actúa de manera cohesionada, firme, segura, indignada por la forma como gobierna, especialmente porque trata de imponer a los colombianos un proceso de paz irregular, en contravía de una sociedad que desconfía de ella, que no la ve con buenos ojos.Si se lleva a cabo el plebiscito tal y como está planteado, de lejos lo perderá el presidente en las urnas, pues el país no avalará por ninguna circunstancia acuerdos donde no se incluya: reparación a las víctimas, justicia sin impunidad, entrega de armas y de bienes expropiados ilegalmente, destrucción de cultivos ilícitos, erradicación de minas personales, etc.

En la Mesa de negociaciones, las Farc se presentan como la pobre viejecita de Pombo, “sin nadita que comer, sino…”;  pero lo cierto del caso, es que utilizan el proceso de La Habana, entre otros asuntos, para que el gobierno (los colombianos) financie y los releve de una guerra sucia que afronta contra sus ex socios el Clan Úsuga, sociedad que se rompió cuando los señores de las Farc decidieron sacarlos del negocio, apoderarse de las rutas del narcotráfico, hacerse a toneladas de droga y de cientos de millones de dólares. Los Úsuga en respuesta engancharon de las filas guerrilleras no menos de 3.000 militantes que decidieron cambiar de bando por otro que les ofrece mejor trato y mejores garantías económicas; así se ha fortalecido este clan de delincuentes, a la usanza guerrillera, y así se han debilitado las Farc, sumado a esto que el Castro-chavismo de Venezuela, donde se esconden, viene de salida. Las opciones u oportunidades de las Farc se agotan.  

Lo cierto del caso, es que la cúpula con la que el gobierno Santos adelanta negociaciones en La Habana, representa menos del 50% de la guerrilla que aún subsiste, por lo que las concesiones del gobierno se perciben desproporcionadas y sospechosas, ¡El remedio parece peor que la enfermedad!     

miércoles, 2 de marzo de 2016

¡EL DESEMPLEO EN COLOMBIA CRECE A NIVELES NUNCA ANTES VISTO!


Grave que Quibdó tenga un desempleo del 16.1%, Cúcuta 15.3%, Ibagué 14.9%, etc., y subiendo. Lucho, el Ministro de Trabajo (cartera inútil), dijo: “el problema nos preocupa pero no nos asusta”. Lo cierto del caso es que con la poca capacidad de maniobra (16%  de imagen positiva) que tiene el presidente difícilmente puede liderar una revitalización del sistema financiero y empresarial. Su administración ha menospreciado la inversión extranjera y con soberbia la ha dejado marchar en silencio ahogada  ante el permanente cambio de las reglas fiscales; el sector industrial colombiano a la par, está emigrando a países vecinos por el mismo motivo, pero el gobierno no se inmuta; en el continente Colombia es de los países que más impuestos paga y el de menos inversión social, casi todo se va en despilfarro, mermelada, en malos contratos y comprando conciencias para la paz; la corrupción ha permeado casi todo el establecimiento.  

Como si lo anterior fuera poco, ahora se nos viene encima el problema energético, parece que se avecina el apagon - se comienza adelantando la hora -, la falta de previsión del gobierno ha complicado las cosas, los embalses por debajo del histórico y el presidente dando palos de ciego en La Habana. El hombre no sabe dónde está parado pues sus ’energías’ están puestas en otro tema y para colmo el Vicepresidente enfermo, sin que nadie sepa cuál es su verdadero estado de salud. Cuando el ex Vice Angelino Garzón se enfermó le cayeron con todo, lo estaban obligando a renunciar;  el Vice estoico se mantuvo contra viento y marea.    

Nadie discute, el fenómeno del niño está ahí, pero la imprevisión ha sido total: Guatapé en mantenimiento, Termocandelaria y TermoFlores, la primera fuera de servicio y la otra está funcionando con intermitencia, mientras el resto de represas por debajo del nivel estimado. Se giraron 15 billones de pesos por confiabilidad a unos privados para mantener el sistema trabajando a cabalidad, precisamente para evitar  que se repitiera el tristemente célebre apagón Gaviria; dineros ‘invertidos’ sin que nadie sepa nada al respecto; Santos se niega hablar del tema. Por la época Gaviria el inefable e infaltable Mauricio Cárdenas también era Ministro pero de Desarrollo Económico, cartera seriamente comprometida en el multimillonario desfalco con unas viejas e inservibles barcazas supuestamente contratadas para generar energía, transacción asignada a dedo en razón a la ‘urgencia manifiesta’ y que fue todo un fiasco para los colombianos, sospechosamente Cárdenas salió impoluto del lío; el personaje es un mago.

Terminado el niño, viene la niña, y tampoco nos estamos preparando, los Ministros  de Medio Ambiente, Hacienda, Interior, Minas, ni por enterados se dan. Increíble: el mejor ‘’Ministro de Hacienda del mundo’’, ha llevado al desbarajuste económico y financiero al país, y lo peor sin plan de contingencia.
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Va tomando  fuerza la salida del presidente Santos, cada vez se suman al coro más y más personas, la mayoría de colombianos  no lo toleran, no solo por la mala gestión sino porque no confían en él ni en su proceso de paz;  las encuestas lo dicen, no yo. 

    

domingo, 5 de julio de 2015

¡EL PROBLEMA DE LOS DIÁLOGOS DE LA HABANA ES QUE NO TIENE PUEBLO Y EL PRESIDENTE NO TIENE CREDIBILIDAD!

El presidente Uribe le entregó a su sucesor y ex Ministro de Defensa de su gobierno, Juan Manuel Santos, un país casi en paz: faltaba un hervor. En ocho años la administración Uribe recuperó la dignidad del país, fortaleció sus instituciones, organizó la economía, atrajo inversión extranjera y volvió viable un país con muchos problemas sociales.    

Su hermano Enrique y una camarilla de personajes de la izquierda radical que se le incrustaron al interior del gobierno como sanguijuelas humanas, le vendieron a Santos la idea de promover un proceso de paz con las Farc cuidando eso sí de no enterar al saliente presidente Álvaro Uribe, quien seguramente se opondría por su inutilidad, pues los grupos terroristas en Colombia estaban en vías de extinción. Santos además se había comprometido a continuar con el programa de Seguridad Democrática y que tantos éxitos trajo en la paz de los colombianos; bajo esa premisa el país lo eligió.   
Caracas fue el epicentro donde se fraguo el plan, allí residía o reside la cúpula de las Farc. Chaves vislumbró enseguida la forma de penetrar a Colombia su revolución bolivariana, por eso apoyó con inusitado entusiasmo la constitución de una  Mesa, o mejor la ideo él con Raúl y el hermano del presidente Santos, Enrique e impuso (Chávez) a La Habana como sede de esos diálogos: ‘todo bajo estricto secreto de estado’.

Los últimos tres años del proceso en La Habana, le han servido a los terroristas para rearmarse, recomponer sus frentes, reactivar los extinguidos, demandarle a un presidente débil y arrinconado en su propia atalaya, la prohibición de la fumigación área, y lo más grave han retomado a sangre y fuego los corredores de salida y entrada de droga y armas, ¿será qué con este inventario de hechos y acontecimientos la guerrilla tendrá alguna intención de suscribir un proceso de paz? Lo dudo como lo duda el 93% de colombianos que no le creen nada a ese grupo terrorista.  

Un jefe de la cúpula de las Farc acaba de notificarle al país desde Cuba, un plan pistola para matar militares y policías indiscriminada y alevosamente (ya comenzaron), un sistema muy similar al utilizado por Pablo Escobar en su desespero por arrinconar y doblegar al gobierno de la época y plegarlo a sus fines. Si la guerrilla, esta vez tiene una verdadera vocación de paz no sería necesario ceses al fuego, ni más muertos, han causado cerca de medio millón en esa demencial ola de asesinatos en nombre de una supuesta revolución que no tiene pueblo ni credibilidad; tres años son más que suficientes, lo demás son justificaciones macabras. 

Mientras el país se desangra, la impunidad corroe el establecimiento, la economía convulsiona, la corrupción campea en casi todas las oficinas del gobierno y la inseguridad llega a extremos, la Fiscalía General aliada incondicional del gobierno y no de la justicia, dedica su tiempo y su gente a perseguir y a encarcelar altos funcionarios de la administración Uribe, con acusaciones criminales previamente elaboradas por un nefasto senador de la republica fundador de los falsos testigos, y por una ex parlamentaria decadente y mitómana. Sin olvidar un hacker de quinta inventado para incriminar a importantes miembros políticos de Centro Democrático: todo esto concebido en un plan para ablandar al ex presidente Uribe, critico acerbo del proceso de La Habana, no de la paz.  

Contrariamente las denuncias contra el presidente Santos por la infiltración de dineros mafiosos en la pasada campaña, rápidamente son archivadas. Las maniobras en la elección presidencial, donde se rifó y se repartió con total descaro el presupuesto nacional de varios años, a cambio de votos, no son investigadas. Ahora corre el presidente a hacer reformas tributarias para tapar los rotos que dejó a los colombianos su ruinosa campaña.    

El país tiene que decir algo, aquí debe pasar algo, no se puede seguir engañando por más tiempo a todo una nación; frases manidas como: ‘’la paciencia tiene un límite’’, ‘’los colombianos no aguantan más’’, ‘’se colma mi paciencia’’, ‘’hay que desescalar la guerra’’, están gastadas, el folclor continua en La Habana y la guerrilla en nombre de la paz de Santos mata colombianos por deporte.

Finalmente habría que preguntarle al presidente Santos: ¿Si  sabía que faltaba un hervor para liquidar ese reducto terrorista, por qué carajos nos metió en este berenjenal?  

@luisguillermobl